La deshonestidad

Enemigos de la Ilustración
27 mayo, 2021
Ventanas de papel
4 junio, 2021

Compartiendo lecturas

Por Alejandro A. Domínguez Benavides especial para Revista Argentina (Tercera Época)

Pedro Sánchez, actual Presidente del Gobierno Español. Créditos: Reuters.

El jueves 13 de septiembre de 2018 los lectores del diario ABC de Madrid se desayunaron con la noticia de que el Jefe del gobierno español Pedro Sánchez había plagiado su tesis doctoral. Así, sin medias tintas, dedicó la portada al tema donde, además, consignó que el político socialista había copiado a otros autores, “fusiló” los informes del gobierno de Zapatero y volcó en la tesis artículos suyos ya publicados. Todo esto en la tapa colorida donde la fotografía de Sánchez, su obra y unas páginas sombreadas de color amarillo rabioso  delataban  las malas prácticas académicas descubiertas con la ayuda de un potente programa antiplagio.

Este hecho no tuvo trascendencia en nuestro país. No recuerdo haber leído nada al respecto. Por esa razón transcribiré el editorial y algunas opiniones sustanciosas sobre el particular.

“SÁNCHEZ YA NO ES EJEMPLO DE NADA”

Así tituló el diario madrileño a uno de sus editoriales y contundente y sin ambages afirmó: “La revelación exclusiva que hoy publica ABC sobre cómo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, plagió en 2012 buena parte de su tesis doctoral es muy grave”. Recuerda que Sánchez se empeñó en ocultar su producción científica a la opinión pública “porque desde una perspectiva profesional, y desde la óptica de la propia reglamentación universitaria, su credibilidad se desvanece por completo. Las comprobaciones que ha realizado ABC con su tesis en la mano destrozan la ejemplaridad pública que Sánchez predica con su sectaria ley del embudo, exigiendo a los demás lo que no se exige a sí mismo”.

La tesis de más de 300 páginas fue celosamente guardada por la Universidad Camilo José Cela de Madrid, “existen decenas de corta-pegas demostrativos de una severa «falta de integridad académica», según el argot de los expertos”.

“También copió párrafos completos de obras y artículos de otros autores publicados unos años antes –indica el editorial–, y empleó informes oficiales completos y sin entrecomillar, incluida una presentación informática del Ministerio de Industria cuando su titular era el socialista Miguel Sebastián”.

“La normativa universitaria es muy estricta y restrictiva, y de lo investigado por ABC se deduce que Sánchez incurrió en plagios literales, plagios mosaico –un puzle de diversas publicaciones a las que solo alteró unas pocas palabras– y autoplagios. Esta última práctica consiste en reutilizar escritos propios anteriores, duplicando su contenido, pero sin citar la referencia de sus propias publicaciones, lo cual pervierte la filosofía de que el contenido de una tesis sea inédito u original. En el caso de Sánchez, el autoplagio se ve agravado además porque copió literalmente antiguos artículos propios firmados junto a una segunda persona que sin embargo no es aludida. Con este método, Sánchez completó páginas enteras de su tesis, hasta el punto de que la inmensa mayoría podría haber sido un inmenso entrecomillado, y no una aportación académica, personal y original de su autor a la sapiencia universitaria”.

“Éticamente, la tesis es un fraude –concluye– y un bodrio sin valor académico alguno, que en otros países implica la dimisión de su autor. Es incomprensible que tuviera la máxima calificación. Cuando esto ocurrió, Sánchez no era el presidente del Gobierno. Pero su pasado le arrastra, y cada duda sobre la realidad de su título de doctor queda al descubierto gracias a ABC. Sánchez tendrá que dar explicaciones urgentes porque ha mentido siempre que ha defendido la perfecta adecuación de su tesis a las normas. Es una indignidad impropia del cargo de máxima relevancia del Gobierno”.

SÁNCHEZ, NI TALENTO NI MORAL”

De los cuatro artículos publicados en la página de opinión dos columnistas se ocuparon del escándalo provocado por el entonces y actual Jefe del gobierno español. Uno de ellos es el de Luis Ventoso, cuyo título hemos utilizado en este apartado.

Las paradojas de la política indican que Sánchez, para alcanzar el poder, se alió con separatistas, independentistas, comunistas y nacionalistas, invocando a la podredumbre moral del PP de Mariano Rajoy. “Todo el argumentario de Sánchez –recuerda Ventoso– se basó en que él y su partido representaban una nueva regeneración ética. Tras la información que hoy publica ABC, que ofrece y aporta pruebas irrefutables de que el hoy presidente plagió partes de su tesis doctoral, la moral del supuesto moralista queda en entredicho”.

Otra foto de Pedro Sánchez, actual Presidente del Gobierno Español. Créditos: Burak Akbulut – Agencia Anadolu.

“Ya sabíamos que Sánchez, el primer presidente no votado de nuestra democracia, posee escaso talento para la gobernanza, como acreditan sus vaivenes, rectificaciones y pírricos resultados. Pero ahora también podemos constatar que es capaz de practicar el engaño con desenvoltura, con el agravante de que ha criticado enérgicamente en políticos rivales unas prácticas similares a las que él llevó a cabo en su día”.

Sánchez fue contratado como profesor por la Universidad Camilo José Cela en 2008, siendo el rector Cortés Elvira, hombre vinculado al PSOE, ex secretario de Estado con Felipe González. “Haciendo política de cantera, –nos cuenta Ventoso– el Partido Socialista comenzó a foguear por entonces a algunos jóvenes que apuntaban maneras. Uno de los apadrinados era Sánchez. En 2012 presentó su tesis doctoral, que obtuvo sobresaliente cum laude”.

“REYES DESNUDOS

Claro que “en  el origen de esta ejemplar historia,  –afirma Gabriel Albiac en el segundo artículo– hay un catedrático avispado. Y un complejo: el de aquellos que, aparentando ser todo, saben que no son nada. La vanidad frustrada de los poderosos es instrumento eficaz de negocio. Para quien sepa servirse de ella. El avispado catedrático sabía. Así lo exigen las reglas de la picaresca.”

Albiac va más allá del supuesto fraude académico de Sánchez. Su crítica se centra en un drama universal: la falta de preparación de quienes nos gobiernan. “Los políticos españoles –escribe– configuran una oscura fraternidad transversal a ideologías. Todopoderosos en función de las distorsiones con que una blindada partitocracia sabotea los mecanismos de control ciudadano que son la esencia de las democracias.

Menesterosos hasta lo risible en el bagaje de sus méritos: la carrera de un político partitocrático se cifra en el dominio de las artes de aparatchik que permiten matar al competidor, dentro o fuera del partido propio. Saber y biblioteca no tienen lugar aquí”; “leer los currículos de nuestros políticos hoy da risa. O llanto. Al vacío académico lo suplió la ficción. O sea, la mentira. Es la regla de oro de la política española. En el siglo XVII, un teólogo puritano francés definía al autor teatral como un «envenenador de almas». Exageraba. En la España actual, llamar tal cosa a esos «hombres de escena» que son nuestros políticos es quedarse muy corto”.

 EN TODAS PARTES SE CUECEN HABAS…

Dice el refranero popular. Sin embargo, en otras comarcas los escándalos académicos terminan con la carrera de los políticos como, por ejemplo, en Alemania. Esto ocurrió con el ex ministro de Defensa  Karl- Theodor zu Guttreberg, Silvana Koch-Mehrin,  ex vicepresidenta del Parlamento Europeo y la ministra de Educación e Investigación Científica, Anette Schavan. Los tres debieron renunciar porque las Universidades de Heidelberg y Düsseldorf les retiraron sus títulos de doctores por  hallar plagios en sus tesis.

Karl- Theodor zu Guttreberg, ex Ministro de Defensa alemán. Créditos: Maurizio Gambarini/DPA.

No obstante quien batió el record fue el expresidente de Hungría, Pal Schmitt  que renunció a su cargo después de que la Universidad Semmelweis de Budapest le quitase su doctorado tras descubrir el plagio de 200 de un total de las 215 páginas de su supuesto trabajo de investigación  científica.

Muchos consideran que estas acciones entran en la órbita de la deshonestidad intelectual, para nosotros la deshonestidad es deshonestidad a secas, sin aditamentos porque “el que no es fiel en lo poco, tampoco lo será en lo mucho”.