La colonización galesa en el Chubut y su participación en la conformación del territorio y en la resolución del conflicto de límites con la República de Chile

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Por Hernán Gómez especial para Revista Argentina (Tercera Época)

Los Galeses y la búsqueda de la “Nueva Gales” 

A mediados del siglo XIX, Gales se encontraba bajo jurisdicción inglesa e incorporada al reino de Gran Bretaña. Las imposiciones británicas eran muy fuertes, a tal punto que la cultura galesa corre serios riesgos.

Las prohibiciones de uso del idioma, prácticas religiosas y costumbres, llegaban al punto de que los niños podían sufrir penas de azote en las escuelas si eran encontrados por un maestro hablando el idioma galés.

Por este motivo, algunas personas contactaron a los agentes de migración del gobierno argentino. Galeses como Abraham Matthews y Lewis Jones, comenzaron las gestiones con Guillermo Rawson, ministro del Interior de Argentina.

Retrato de Guillermo Rawson, publicado en un libro de Eliseo Cantón en 1921

El mismo Matthews (2004) cuenta en su crónica que la elección de Patagonia fue motivo de varias discusiones pero, finalmente, se tomó la decisión por la influencia que generaban los relatos del almirante Fitz Roy después de comandar la Corbeta Beagle y de realizar su viaje en 1833, donde iba un joven naturalista llamado Charles Darwin. Siguiendo el relato de Matthews, Lewis Jones comienza los preparativos del viaje a principios de 1864. Así se concreta el primer viaje. Esto es aún y pese a los esfuerzos realizados por varios galeses que preferían como destino el sur de los Estados Unidos, Australia o Nueva Zelanda. El mayor objetivo era la preservación cultural y Lewis Jones consideraba que, en otros países de habla inglesa, se corría el mismo riesgo que en Gran Bretaña de perder el idioma y la cultura.

Entonces Love Jones Parry, Conde de Madryn, alquiló para los viajeros un velero llamado “Mimosa”. Los futuros colonos se embarcaron en el puerto de Liverpool, y el barco soltó amarras el 25 de mayo de 1865, aunque logró salir del canal de Irlanda el 28 de mayo. Son 153 almas. En el recorrido se produjeron tres muertes y dos nacimientos. Los colonos llegaron el 28 de julio de 1865 a Punta Ninfa, actual Puerto Madryn (nombre que se otorgó al lugar en agradecimiento al noble que alquiló el velero).

Love Jones-Parry

El desembarco de los galeses significó el comienzo de un proceso de integración importante. El contacto con las comunidades tehuelches que habitaban la zona fue significativo. De hecho, fue un proceso de integración pacífico que se afianzó con el tiempo.

El Dr. Marcelo Gavirati (2012) sostiene, en su tesis doctoral (cf. la referencia al final de esta nota), que este proceso tuvo tres elementos claves: la interacción de complementariedad que se genera entre ambas etnias, el apoyo de los tehuelches a los galeses frente al desconocimiento de la región a poblar y el acceso que los galeses garantizan a los tehuelches de provisiones que estos necesitan.

En este contacto, los galeses se apoyaron para extender el poblamiento desde Punta Ninfa a la desembocadura del río Chubut, donde fundarían las colonias de TreRawson, Trelew, Gaiman y Dolavon.

Además, fue por medio del contacto con los tehuelches que los galeses tomaron conocimiento de la existencia de valles fértiles al oeste.

El Perito Francisco Pascacio Moreno

La colonia va a tener un comienzo tortuoso hasta que se logran los primeros canales de riego que permiten mejorar la producción del valle inferior del río Chubut. Con una enorme dificultad que Francisco Pascasio Moreno (1940) describe: “Basta saber que de los 509 colonos galeses, menos de la decima parte han sido agricultores en el país de su nacimiento, donde casi todos han tenido ocupaciones de un orden distinto, como ser trabajadores en las minas de carbón, picapedreros, etc.”.

Las dificultades arreciaron en los primeros años de la colonia. Muchos pensaron que sería mejor regresar a Gales; otros prefirieron migrar a la desembocadura del río Negro, donde se encontraron con mejores condiciones para trabajar la tierra. Finalmente, en 1877, la familia Jenkins encuentra la solución al problema. Construyen un pequeño canal desde el río Chubut.

Así, mediante sistemas de canales, las chacras se vuelven productivas y el proyecto colonizador se salva.

Tal vez de manera premonitoria, Francisco Pascasio Moreno, con la imaginación que lo caracteriza, dijo en su diario de viaje en 1875 conocido como Viaje a la Patagonia Austral: “…creo que con algunos trabajos en el cauce del río, y haciendo acequias que lleven las aguas hasta regar los plantíos, como ya lo han hecho algunos colonos industriosos, las cosechas serán más aseguradas”.

A partir de este momento, la colonia tuvo un giro y se volvió un polo productivo. Los mismos colonos, con posterioridad, le dieron un fuerte impulso mediante la creación de la Compañía Mercantil del Chubut, la Compañía Ferroviaria que desarrollará el ramal Puerto Madryn – Alto Las Plumas, y la construcción de los puertos de Madryn y Rawson.

Sin embargo, los jóvenes de la colonia empiezan a soñar con otras expectativas.

John Daniel Evans (2008) decidió, junto a otros cuatro compañeros, lanzarse a la aventura de encontrar estos valles.

Pero el encuentro con partidas dirigidas por capitanejos que respondían al cacique Foyel provocó que los galeses fueran confundidos con agentes del gobierno y el asunto terminó en una persecución y la muerte de los colonos, a excepción de John Daniel Evans que fue el único sobreviviente. La situación se produjoce debido a que, no hacía mucho tiempo, habían terminado las expediciones militares que habían dado lugar a la llamada “Conquista del Desierto” y la hostilidad de los pueblos originarios hacia el “blanco” aún era muy fuerte.

La noticia de que un galés llegó a la cordillera fue recibida en Buenos Aires y resultó conocida por el Gobierno Nacional. En 1884, el Poder Ejecutivo creó el territorio nacional del Chubut y nombró como Gobernador militar al Teniente Coronel Luis Jorge Fontana.

Teniente Coronel Luis Jorge Fontana

Llegado a la ciudad de TreRawson, Fontana inició las gestiones para organizar el gobierno provincial y solicitó tropas para realizar una expedición y conocer el territorio a gobernar.

La autorización del envío de tropas no se concretó. Fontana recibió una propuesta de parte de los colonos galeses: formar una compañía de rifleros con voluntarios galeses. El gobierno nacional ve una solución y autoriza la expedición.

Se trataba, en total, de diecinueve galeses, dos alemanes, un norteamericano y siete argentinos de acuerdo al relato de John Daniel Evans en su Diario.

Fontana estaba admirado de los colonos galeses y solía decir de ellos: “Así como rendían culto a lo bello y a la poesía en inspirados cantos y versos y se prosternaban respetuosos en continua invocación al Supremo Hacedor, eran capaces al mismo tiempo de montar a caballo con la maestría de un árabe, bolear avestruces o guanacos como lo haría un indio y manejar la carabina con la precisión del más hábil soldado”.

En marzo de 1885, Fontana, con los rifleros, salieron de TreRawson y atravesaron la meseta siguiendo el curso del Río Chubut.

La expedición se transformó en una recopilación de información científica. Se obtuvieron datos sobre flora, fauna, clima y las condiciones para enviar familias a vivir a la precordillera.

El 25 de noviembre llegó al cordón La Grasa y avistaron el “Valle Hermoso” o, dicho en galés, “Cwm Hyfryd”.

El descubrimiento del Valle del Río Corintos y Percy permitió la instalación de la primera colonia galesa en la zona cordillerana a partir de 1888. La misma recibió el nombre de Colonia 16 de octubre. La denominación recordaba la fecha de sanción de la ley de creación de los territorios nacionales –Ley 1.532 del 16 de octubre de 1884-.

La colonia se volvió prospera con el cultivo de trigo y la instalación de molinos harineros, que le dieron el nombre al pueblo de Trevelin (Tre Pueblo Velin Molino: El pueblo del molino). Pero los problemas surgirían al comenzar el siglo XX.

El conflicto de límites y la actitud de los colonos    

Argentina y Chile habían firmado, en 1881, el Tratado de límites que establecía a la Cordillera de los Andes y las altas cumbres que dividen aguas como medio de delimitar el territorio.

Las altas cumbres y la divisoria de aguas corren juntas hasta la zona de Neuquén. A partir de ese punto y hacia el sur la divisoria de aguas se separa de la línea de las altas cumbres hacia el este. Esto provoca que las cuencas hídricas de la zona tengan su desembocadura en el Océano Pacífico.

Sostienen Jorge Fiori y Gustavo de Vera (2002) que las discrepancias entre ambos países generan el conflicto. Argentina plantea aplicar en la zona de litigio la teoría de las altas cumbres, mientras que Chile sostiene que se deben aplicar la teoría de la divisoria de aguas.

Si bienvlos peritos de ambos países, Francisco Pascasio Moreno por la Argentina y Barros Arana por Chile, firman diferentes protocolos adicionales al tratado de límites, en 1893 y 1898, la falta de resolución de conflicto empuja a una carrera armamentista y a la agitación del fantasma de la guerra.

Argentina ofrece hipotecar tierras fiscales a cambio de comprar barcos de guerra en Gran Bretaña y fusiles en Italia y Alemania. Chile ofrece canjearle a Japón la isla de Pascua a cambio de barcos de guerra. Ambos países mueven tropas a la frontera y, para 1901, la guerra es inminente.

Por ello se firmaron los Pactos de Mayo a instancia de Francisco Pascasio Moreno, quien consiguió lograr que los países aceptaran el camino de un arbitraje. Aplicando el tratado de límites se admitió la posibilidad de un laudo con Gran Bretaña como árbitro.

De esta forma, el gobierno británico nombró a Sir Thomas Holdich como árbitro, y este solicitó recorrer la zona de litigio. El recorrido se realizó desde el 10 de marzo hasta el 10 de junio de 1902.

Holdich pidió seguir la línea de la divisoria de aguas que proponía Chile. En el recorrido por los valles cordilleranos, el árbitro pudo tomar contacto con la población local, quienes les manifiestaron  abiertamente su interés que el conflicto se resolviera a favor de la Argentina.

El mayor acto de manifestación se realizó en la colonia 16 de octubre, donde se le entregó al árbitro un petitorio firmado para pedir la pronta resolución del conflicto a favor de la Argentina, país que los había recibido.

La Argentina, a través de una estrategia de mostración que llevó adelante Moreno, puso al árbitro ante un país que realizó la ocupación efectiva del espacio. Al llegar a la colonia 16 de octubre, el árbitro observó que había escuelas, seguridad (por la presencia de la policía fronteriza), justicia (porque había juzgado de paz) y comunicación por medio de telégrafo.

Además, los colonos habían recibido una legua de campo de parte del gobierno argentino y se esperaba la resolución del conflicto para entregar los títulos de propiedad.

El suceso se produjo el 30 de abril de 1902, en la escuela de la colonia y tuvo inmediata repercusión en los diferentes gobiernos involucrados. Tanto Hans Steffen como Francisco Moreno le hicieron conocer a los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países la actitud de los colonos y del petitorio firmado que, finalmente, Holdich recibió.

El hecho de la manifestación de los colonos está referido en un telegrama que Moreno había enviado al Ministro de Relaciones Exteriores argentino, fechado el 1° de mayo de 1902 desde el telégrafo que existía en el valle de Zúnica; una carta escrita por Hans Steffen dirigida al ministro de relaciones exteriores chileno, fecha del 1° de mayo de 1902 en la colonia 16 de Octubre; el libro que el propio Holdich escribió en 1904, cuyo nombre traducido es “Los Países del Laudo del Rey”, donde refirió el suceso. 

Inevitablemente, este gesto inclinó la balanza de la resolución del conflicto a favor de la Argentina. El 20 de noviembre de 1902, el rey Eduardo VII dio a conocer el laudo. De los 94.000 Km2 de territorio en disputa, Argentina recibe 40.000 Km2 y Chile 54.000 Km2. Pero del total de valles pastosos (que eran considerados valiosos por Moreno) y que representaban 12.000 Km2 de territorio, Argentina recibe 8.500 Km2 y Chile solamente 3.500 Km2.

Argentina logra quedarse con los valles cordilleranos en la zona que abarca desde el sur del río Manso hasta el Lago Buenos Aires.

Pero es imposible comprender el hecho sin tener en claro que se logró, gracias a la voluntad de los colonos, poner fin a un conflicto que podría haber terminado en una guerra sangrienta y se pudo llegar a una solución en paz.

A modo de conclusión

Retomando lo dicho en nuestro marco teórico, es claro que el gesto de los colonos fue una emotiva vocación de querer pertenecer. Uno grupo de colonos que no siendo argentinos nativos, manifiesta la voluntad de querer ser parte de la Nación argentina.

Haciendo uso de la idea de Ortega y Gasset del sentimiento de pertenencia al conjunto o proyecto sugestivo de vida en común, en estos colonos pesó fuertemente que encontraron en estas tierras el lugar donde poder tener identidad propia, porque pudieron mantener sus costumbres, pero sintiéndose parte de un proyecto nacional que les brindaba protección.

Por ellos es que, desde 2006, se trabaja en un proyecto para conseguir que 30 de abril sea incorporado al calendario escolar nacional, y se vuelva un objeto de estudio en todas las escuelas del país. No como un feriado más, sino como un motivo de reflexión. Dicho proyecto fue presentado por alumnos de la escuela provincial N° 705 de Trevelin, ante la asamblea del Consejo Federal de Educación, quienes aprobaron la propuesta y la ratificaron con la resolución N° 299/16 de dicho Consejo.

La comunidad de Trevelin hoy agradece que este acontecimiento importante para ellos hoy pueda ser de todos los argentinos y que la voluntad de los colonos de querer ser parte de una nación hoy se concrete y nos muestre el camino a la unidad.

Referencias Bibliográficas

Evans, Clery, John Daniel Evans El Molinero, Edición del Autor, Trevelin, 2008.

Fiori, Jorge-De Vera, Gustavo, 1902. El protagonismo de los colonos galeses en la frontera argentino-chilena; Municipalidad de Trevelin, Trevelin, 2002.

Gavirati, Marcelo (tesis doctoral) El contacto entre galeses, pampas y tehuelches, la conformación de un modelo de convivencia pacífica en la Patagonia central (1865-1885) Universidad del Centro de la provincia de Buenos Aires, 2012.

Matthews, A., Crónica de la Colonia Galesa de la Patagonia, Ediciones Alfonsina, Buenos Aires, 2004.

Moreno, Francisco Pascasio, Viaje a la Patagonia Austral, Sociedad de Abogados Editores; Buenos Aires, 1940.

Ortega y Gasset, José, España Invertebrada, Ediciones Folio, Barcelona, 2007.

Weber, Max, El Político y el Científico, Alianza Editorial, Madrid, 1998. Ygobone, Aquiles, Figuras señeras de la Patagonia y Tierra del Fuego, Depalma, Buenos Aires, 1981.